Y para dar inicio a esta sección:
Poema I
"Sobre un blanco paño, caían sus lágrimas,
su mirada inquieta desesperanzada,
dejaba sin brillo aquella jornada,
todos observaban, nadie hacía nada,
el silencio sólo la acompañaba,
no la consolaba.
No había consuelo para tal desgracia,
no había palabras que la apaciguaran,
su rostro endurecía antes tantas ganas,
de emitir un grito que curara el alma,
que llegara al cielo y luego la llevara.
Aquel cuerpo inerte que tan tiernamente,
había llenado su vida de gracia,
parecía en cambio que de alguna forma
su semblante sonriente dijera a su amada,
que ya no llorara, que mirara al frente,
y otra vez amara."