23 de febrero de 2009

Ausencia

Me tragó la tierra. Otra vez pasó el tiempo y no escribí nada en el blog, es que estoy en época de éxamenes y esto me ocupa casi todo el tiempo, además hay que comer, dormir , limpiar, etc, etc. De todos modos esto no me gusta, porque quería una cierta continuidad al mantener al día este blog, como comenté cuando lo inicié. Pero ya que el motivo es esta carrera que elegí, la abogacía, quiero dedicar un poema a todos los abogados (no lo escribí yo, me lo pasaron por correo), que refleja bastante la realidad de muchos de ellos, muy lejana a las películas de Hollywood:

Yo soy el abogado

El que todas las mañanas va recorriendo juzgados,
y anda a los apurones por ese escrito con cargo.
El que soporta la espera, el que se banca los paros,
y debe poner la cara justificando el atraso.
El que abre el escritorio y sale a ganarse el mango,
porque se vienen las cuentas y y todo sigue "a despacho".
El que no tiene licencias,ni salarios, ni aguinaldo,
y debe pelearla duro porque se cobra salteado.

Yo soy el abogado

Muchas veces de pleitero, injustamente acusado.
Al que todos lo consultan cuando se ven apurados,
en la calle, en el cine, y en la cola del mercado,
y al que nadie le pregunta ¿doctor, se le debe algo?.

Yo soy el abogado

El que tantas veces pone su paciencia de artesano
para llegar al final con deudor insolventado.
El de cédulas y oficios, a pulmón diligenciados.
El que debe tolerar el sistema colapsado,
las nuevas disposiciones de Rentas y de Catastro,
los timbrados del Registro y el humor del funcionario.

Yo soy el abogado

El que hace de estratega, de confesor y de malo,
de mediador y de amigo, de psicólogo y de hermano.
El que sale a cara o cruz, con niebla o lluvia viajando,
porque justo le fijaron una audiencia bien temprano.
El que se muerde los labios porque el testigo ha faltado,
El que sufre taquicardia mientras va leyendo el fallo.
Del mostrador, para acá. Del pasillo, quede claro.
El que recorre juzgados, durante meses y años.
A mucha honra señor, yo soy, el abogado.

6 de febrero de 2009

Los mil y un poemas

Poema III

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"Un haz de esperanza, cuan cura es al alma

que enferma padecía en su lecho de partida.

Será como contemplar una noche serena

bajo la luna llena, a la lúz de las estrellas.


Una muestra de amor, aleja la perturbación,

ilumina la razón, para perder el temor de dar

sin compensación.


Pocas palabras de ánimo, encienden la llama

de una mirada triste que se creía perdida.

Como el agua al fuego, se multiplica y avanza.


Una luz en las tinieblas, permite ver la belleza

y despejar los escollos, de la vía más estrecha,

que conduce a la certeza."

2 de febrero de 2009

Frases no célebres pero mías

Quizá alguna vez les sucedió que en un momento de inspiración en que estaban pensando sobre algún asunto en particular, se les vino a la mente una frase no dicha por ningún personaje célebre, o que por lo menos nunca la leyeron, talvéz la anotaron rápidamente en un papel o no lo hicieron y luego la olvidaron. A mi me pasa en ocaciones que creo una frase, pero casi nunca la anoto, a veces me acuerdo y otras no. Bueno, el objetivo de esta sección es plasmar por escrito esas frases, pero me gustaría que si a ustedes se le ocurre alguna la comenten, siempre y cuando sean serias y no se desvíen del objetivo de este blog. Una que se me ocurrió es:

" Aprenderás a vivir, el día que temas poco a la muerte y casi nada a la vida"

1 de febrero de 2009

Cuentos de Cortazar ( I )

Creo que comenté, que me gusta leer libros, siempre cuando me queda tiempo trato de hacerlo, fuera de la abogacía por supuesto, que es lo que leo contínuamente en la universidad. Hace un tiempo me puse a leer los cuentos de Julio Cortazar, un escritor argentino nacido en la embajada argentina de Bélgica, reconocido por sus relatos cortos, prosa poética y la narración breve en general. Me parecieron muy interesantes los cuentos de su libro "Historias sobre cronopios y famas" de 1962, donde el autor hace una especie de división exagerada entre los distintos tipos de personas o tipos humanos. Como son tan cortos, simples y a la vez significativos me gustaría, compartir algunos de ellos con ustedes y que comenten qué características pueden deducir de cada una de las personalidades: Cronopios (el autor se definió a sí mismo como un gran Cronopio), famas y Esperanzas. una manera sencilla de conocer a este gran escritor argentino. Para comenzar:

LA CONSERVACIÓN DE LOS RECUERDOS

Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: "Excursión a Quilmes", o: "Frank Sinatra". Los Cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: "No vayas a lastimarte", y también: "Cuidado con los escalones". Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay una gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.